Conclusiones

Sin duda mi primer Design Sprint fue una experiencia muy interesante, lleno de buenas ideas y de trabajo duro, que pienso, que dio sus frutos con creces. El convertir un Design Sprint de cinco días en uno de tres no solo no nos lastró sino que nos hizo trabajar más conjuntamente y de manera más eficiente. El hecho de trabajar en equipo, en concreto con este, me hizo darme cuenta de que contar con el punto de vista de otros miembros es un plus para el proyecto. Cada persona tiene su visión y trabajando de manera conjunta se puede llegar muy lejos. Me hubiese gustado seguir desarrollando nuestra idea, mejorando los patrones negativos y subiendo los positivos.

En definitiva el Design Sprint creo que es una metodología ágil muy útil para determinados proyectos.